Roca de la eternidad,
Fuiste abierta Tú por mí;
Sé mi escondedero fiel,
Solo encuentro paz en Ti;
Rico, limpio manantial,
En el cual lavado fui.
Aunque sea siempre fiel,
Aunque llore sin cesar,
Del pecado no podré
Justificación lograr;;
Solo en Ti teniendo fe,
Deuda tal podré pagar.
Mientras haya de vivir,
Y al instante de expirar,
Cuando vaya a responder
En Tu augusto tribunal,
Sé mi escondedero fiel,
Roca de la eternidad.